El Tribunal continuó en la parte pertinente: La defensa llamó a Gary L. Lage como experto en toxicología y farmacología con experiencia específica estipulada en análisis de sangre. Explicó que cualquier cantidad de posibles errores en los procedimientos de extracción de sangre podrían haber aumentado indebidamente el BAC del acusado. Señaló la posibilidad de que Deal hubiera utilizado un hisopo con etanol en lugar de un hisopo con betadine, creando así una lectura falsa positiva de la presencia de alcohol en la sangre del acusado; había extraído sangre de una arteria en lugar de una vena; y no había agitado adecuadamente los viales antes de la prueba, lo que interfirió con la distribución uniforme del conservante en la sangre, permitiendo así que los microorganismos y las levaduras convirtieran falsamente la glucosa en alcohol. Lage testificó además que la pérdida de sangre, así como la administración de líquidos intravenosos, también podrían haber inflado incorrectamente el BAC. En resumen, Lage concluyó que “no se puede afirmar con ningún grado de certeza que los resultados de alcohol en sangre sean válidos”. Luego la defensa descansó.
Comenzamos abordando el argumento del acusado, planteado a continuación, de que la admisión de la Certificación Uniforme para Muestras Corporales Tomadas de Manera Médicamente Aceptable, sin el testimonio de su preparador, violó su derecho constitucional de confrontación porque se le negó la oportunidad de contrainterrogar al enfermera que le sacó sangre y preparó la certificación. El demandado argumenta que sin la oportunidad de interrogar a Deal, se le privó de su capacidad de explorar áreas críticas de posible contaminación de las muestras de sangre extraídas. Aunque el acusado admite que Deal extrajo sangre en presencia del oficial Muller, argumenta, correctamente, que Muller no podía decir si la enfermera había extraído la sangre de una manera médicamente aceptada, si había acatado las políticas del hospital para su extracción, si había tomado sangre venosa o sangre arterial, o utilizó un hisopo a base de etanol en el sitio de extracción. El acusado señala el testimonio de Lage, quien explicó que la contaminación de la sangre extraída habría provocado una lectura falsa de la concentración de alcohol en sangre.
El resumen del testimonio de Lage lleva a concluir que los análisis de sangre para detectar alcohol rara vez producen resultados válidos. Esto no concuerda con las numerosas decisiones de casos penales que abordan análisis de sangre.