La División Legal del Condado de Morris concluyó con lo siguiente en la parte relevante: En cuanto al segundo aspecto, el acusado ha sido sometido a tres evaluaciones desde que se presentó la denuncia penal inicial contra el acusado el 20 de julio de 2020. La evaluación psicosexual del Dr. McNiel concluyó que El acusado no era competente para ser juzgado y que es “poco probable que mejore en el futuro previsible”. Informe McNiel, pág. 11. El Dr. Terranova y el Dr. Palmer también coincidieron en que el acusado no es competente para ser juzgado. En este sentido, el Dr. Palmer estuvo de acuerdo con la conclusión del Dr. Terranova de que la discapacidad intelectual del acusado es su única barrera para volverse competente y que la “exposición repetida” al estándar de competencia “could restaurar la competencia de JD”. Informe Terranova, pág. 15. (énfasis añadido).
El tribunal señala que el Dr. Terranova y el Dr. Palmer nunca indican en sus informes que sea probable, o incluso sustancialmente probable, que la exposición repetida al estándar de competencia resulte en la competencia del acusado. Vender, 539 US en 181. Más bien, acordaron únicamente que “la exposición repetida al estándar de competencia could restaurar la competencia de JD”. Informe Terranova, pág. 15 (énfasis añadido).
Dado que: (i) existe un desacuerdo profesional entre el Dr. McNiel, por un lado, y el Dr. Terranova y el Dr. Palmer, por el otro, en cuanto a si el demandado puede alcanzar la competencia; y (ii) las opiniones del Dr. Terranova y el Dr. Palmer son tibias con respecto a cualquier probabilidad sustancial de que el acusado alcance la competencia a través de la exposición repetida al estándar de competencia, este tribunal concluye que el Estado no ha establecido con evidencia clara y convincente dos de los aspectos Vender.
Este tribunal también expresa una importante preocupación de que someter al acusado a una “exposición repetida” a educación involuntaria durante un período indefinido, como lo solicitó el Dr. Terranova y con el acuerdo del Dr. Palmer, implicaría un nivel significativamente mayor de invasión de los derechos del acusado y excedería los parámetros constitucionales establecidos por Vender, que abordaba únicamente la “medicación forzada” durante un período finito. Comparar Winston contra Lee (1985) (reconociendo que “una intrusión quirúrgica forzada en el cuerpo de un individuo... implica expectativas de privacidad y seguridad de tal magnitud que la intrusión puede ser irrazonable”). Con base en lo anterior, este tribunal rechaza la moción del Estado para nombrar un Tutor/Tutor Ad Litem para facilitar la educación involuntaria del acusado con el fin de que el acusado alcance la competencia.
La analogía entre la educación forzada y una intrusión quirúrgica parece débil. Una intrusión quirúrgica se parece más a una medicación forzada.